Los taxistas anuncian inicio de acciones contra las empresas tecnológicas de transporte Cabify y Uber. No queda claro si también se oponen a EasyTaxi, que trabaja con taxis amarillos.
Lo que si se puede esperar es que el alcalde de Quito no se pronuncie formalmente, haga una o dos muestras de apoyo al taxismo mediante redadas por parte de la Agencia Metropolitana de Tránsito. Otra opción para el alcalde sería la de regular estas apps de transporte de forma que estas se incorporen al sistema de tránsito masivo de la ciudad de una forma productiva y justa.
Una opción sería la de cobrar a los taxistas de Uber o Cabify la patente municipal que cualquier negocio o profesional independiente debe pagar para operar en la ciudad de Quito.
Las apps de transporte como Uber no son una panacea para las ciudades, pero ciertamente brindan algunos beneficios. Evitan que mucha gente compre un auto más o que se movilice en uno propio. Además han venido a proveer un colchón económico para muchos profesionales, mujeres, estudiantes y migrantes que de otra forman estarían desempleados.
Lo lógico sería tratar de entender los pros y contras de estas aplicaciones y buscar crear un sistema de regulaciones y controles que minimicen los impactos negativos y maximicen los beneficios. Todo lo demás es tratar de tapar el sol con un dedo.
- Para una mirada crítica al papel de las empresas tecnológicas de transporte como, leer el blog: http://humantransit.org/.
- Para leer los principios por los que se deben guiar las empresas tecnológicas de transporte, leer: https://www.sharedmobilityprinciples.org/