Los programadores en América Latina están empezando a tomar en serio a las Fintech. La industria de las startups que por años estuvo revolviendo el modelo tradicional de la banca en el mundo desarrollado.

Las fintechs, o startups de tecnología financiera han estado desarrollando servicios bancarios alternativos para todo, desde la administración de cartera, préstamos para pequeñas empresas o hipotecas, obligando a la banca tradicional  a repensar sus operaciones. En Estados Unidos, la industria ha crecido casi ocho veces desde el 2011, () un proceso que algunos llamaron “unbundling the Banks” (desagregación de los bancos).

Las Fintechs han comenzado lentamente en América Latina, pero han estado creciendo constantemente desde 2014, de acuerdo al nuevo estudio realizado conjuntamente por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Finnovista, una organización que apoya a Fintechs en el mundo en desarrollo. Los inversionistas están viendo cada vez más las oportunidades en la región, y la necesidad de innovación.

Los mayores surgimientos de Fintech han sido en Brasil y México, pero Colombia, Argentina y Chile no han estado muy atrás. Estos cinco países representan el 90% de toda la actividad de Fintech en la región, según el estudio.

Una de las grandes oportunidades aquí, radica en el hecho de que más de la mitad de la población (51%) no tiene una cuenta bancaria, pero tienen acceso a teléfonos inteligentes. Incluso aquellos que tienen cuentas bancarias básicas aún no tienen acceso a servicios financieros adicionales como tarjetas de crédito, o préstamos personales o a pequeñas empresas. De acuerdo al estudio del BID, 41.3 % de los desarrolladores de Fintech dicen que es su misión servir a las personas que han quedado fuera del sector financiero tradicional, principalmente individuos y pequeñas empresas.

“La tecnología y las startups pueden entrar y competir en estas áreas que son básicamente territorio virgen”, dijo Fernando Rivera, co-fundador de Buen Trip, un espacio de co-working que brinda también  mentoría para emprendedores tecnológicos en Quito, Ecuador. “La oportunidad es enorme, y el impacto es potencialmente enorme”, añadió.

En mayo 2017, Buen Trip Hub fue co-anfitrión, de un pitch night especial, con FinnoVista en Quito, realizado para destacar lo que está ocurriendo en innovación en el pequeño país sudamericano. Seis Fintech locales prometedoras presentaron su trabajo a un panel de expertos y a un salón lleno de potenciales inversionistas. Los proyectos iban desde transacciones móviles (PayPhone, Credipy), facturación alternativa (Facturero Móvil), financiamiento colaborativo (Catapultados, Haz Vaca), y servicios de chat para clientes (Mensajes Chatbots).

Según el presentador principal de la noche Bailey Klinger, Presidente Ejecutivo y Co-fundador de EFL Global, no hubo nada en el pitch night de Quito que no se haya visto antes en otros países, pero eso no es malo. Más bien, esta es una oportunidad para que startups  ecuatorianas, sean capaces de ver lo que ya se ha hecho y ha funcionado bien en otros países y luego adaptarlo para su mercado local.

Rivera estuvo interesado particularmente en Facturero Móvil, que ofrece servicios de facturación electrónica, pero no para las grandes compañías en las principales ciudades. Por el contrario, se enfocan en empresas pequeñas en ciudades de segundo nivel que no tienen acceso a tarjetas de crédito, y les venden servicios de facturación basados en créditos prepago. Así, en lugar de vender una suscripción mensual al servicio, cargado a través de una tarjeta de crédito, como se hace tradicionalmente en mercados más desarrollados, ellos venden un servicio prepagado que puedes readquirir cuando necesites. Los clientes pagan a través de transferencia bancaria o depósito directo, un modelo perfecto para América Latina donde la mayoría de las pequeñas empresas y los profesionales independientes tienen acceso a un banco, pero no a tarjetas de crédito. Mediante la orientación a ciudades de segundo nivel, Facturero Móvil está alcanzando un mercado mucho más grande y tradicionalmente desatendido, mientras permite a sus competidores que persigan un mercado más pequeño y más rico.

EFL Global, una compañía que ayuda a personas con poco o ningún historial de crédito a obtener préstamos mediante el uso de datos psicométricos alternativos para calcular el riesgo, ha estado operando fuera del Perú por casi una década.  Klinger dijo, que ha visto cómo en ese periodo el ecosistema bancario local ha experimentado grandes cambios. No sólo los bancos están más abiertos a trabajar con Fintechs, pero los investigadores también están más dispuestos a trabajar para startups y no para grandes bancos. Este es la primera vez que él ha visto investigadores en Lima priorizando empresas sociales e innovación sobre estabilidad y una gran oficina, manifestó.

“Esto es algo muy nuevo y realmente emocionante y algo que no  ha sido el caso aquí durante décadas. Probablemente nunca,” dijo Klinger vía Skype desde su oficina en Lima después de la presentación en Quito.

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